Pagos Singulares: Dom. Nidolères. C. Roussillon.

El vértice pirenaico-mediterráneo: Expresión de las variedades del sol .



Domaine de Nidolères. Tresserre, Côtes du Roussillon.

Situada frente a la Serra de l’Albera, en los contrafuertes de los Pirineos y en las márgenes del río Tech, se encuentran las viñas plantadas con variedades mediterráneas clasificadas con A.O.C. que aportan caracteríscas de distinción y personalidad única a los vinos que con ellas elabora Pierre Escudié, 8ª generación de la explotación del Domaine de Nidolères.
La finca descansa sobre terrazas de la era cuaternaria. Son suelos arcillo-arenosos sobre “cailles” ( una capa de piedra 2 a 3 metros de profundidad ) que da frescor mineral a las vides. Son suelos muy pobres que autorregulan los rendimientos por cepas y generan concentraciones de componentes en los granos de uva que son de agradecer a la hora de catar y disfrutar de los vinos del Domaine.
Las variedades son: Garnacha, Syrah, Mourvèdre y Carignan para los vinos secos.
Los vinos se elaboran con un admirable respeto por la tierra y el entorno siguiendo ritmos y métodos biodinámicos. Son vinos cálidos y de rusticidad elegante. Responden al clima, al terruño, a la cepa y a una cultura. Además son naturales y sin crianza en barricas, lo cual sorprende en la cata por su gran complejidad y amplitud de matices.
Los VDN (vinos dulces naturales) y los de vendimia tardía son elaborados con Muscat de Alejandría y Lladoner (Garnacha). Vinos de excepcional riqueza aromático-gustativa. Considerados gastronómicos por su equilibrio y frescura.
La propuesta enológica se completa e integra con un restaurante y un hotel rural en un entorno sin igual. En el restaurante se puede disfrutar de dos fantásticas propuestas de "Menús maridajes", una con los vinos secos y otra con los vinos dulces de la propiedad.


En todas las propuestas de Domaine de Nidolerès he de destacar la excelente relación precio/calidad de sus vinos y servicios.

















La Justine
Elaborado con la variedad Garnacha tinta. Finísimo y con raza. Potencia contenida por el mineral de fondo. Persistente y generoso en matices de la variedad y el terruño. Frutos rojos en conjunción con hierbas mediterráneas y tierra es lo que muestra a la nariz. De sabores integrados y final largo y franco. Perfecto para las propuestas gastronómicas locales de verano y otoño, como las codornices en escabeche y el cordero a la brasa de sarmiento.





La Pierroune

Syrah con aromas rústicos y con notas de tierra y leño. Amplio y carnoso en el paladar. Evoluciona de manera sorprendente gracias a su naturaleza y estructura. Se disfruta y realza acompañado de carnes de caza al estilo clásico: Guisos de jabalí, pichón, ahumados.





La Paphaelle

La Monastrell (Mourvedre), aquí en el Roussillon, es llamada "Mataró". Frutoso y con cierto recuerdo a notas de cuero, son características de la variedad. Vino limpio y amable, a la vez que cálido y vivo. Boca amplia y que invita a más. Con un chuletón de buey, sin más, la sonrisa se dibuja sola.






































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