Desde el principio, un vino único.
Hasta la Edad Media, en Champagne, como en muchas otras regiones vinícolas, los religiosos de diversas órdenes se dedicaron a la vid con propósitos como el de celebrar las mismas pero el vino se consagra bebe como parte infaltable de dietas cotidianas a todos niveles. Uno de los motivos: la falta de agua suficiente y la mala calidad de la misma.
Hasta la Edad Media, en Champagne, como en muchas otras regiones vinícolas, los religiosos de diversas órdenes se dedicaron a la vid con propósitos como el de celebrar las mismas pero el vino se consagra bebe como parte infaltable de dietas cotidianas a todos niveles. Uno de los motivos: la falta de agua suficiente y la mala calidad de la misma.
Ya a partir del S. IX en Reims, corazón de la región de Champagne, los reyes de Francia, impulsan la noble y aristocrática calidad de los vinos de la región regando con ella cada ceremonia. Se convertirán en los vinos que se ofrecen en homenaje a los monarcas que llegan a la región como los cientos de pintas ofrecido a Louis XIV para su coronación.
Desde el siglo XII, la reputación de los vinos de Champagne cruza sus propias fronteras y su prestigio sigue creciendo.
Uno de los personajes emblemáticos de la historia del vino cideral, fue el monje administrador de la abadía de Hautvillers, Dom Pierre Perignon. Dicha abadía estaba rodeada de viñas y se dedicaba además a la elaboración de vinos. Hacia fines del S XVII, el monje adoptó la utilización del corcho para el taponado de las botellas recogiendo la idea de peregrinos españoles que ya utilizaban el producto del alcornoque para fines de conservación, por sus virtudes inertes y elásticas, lo que permitió comenzar a solucionar el mayor inconveniente del momento: Evitar la pérdida de las burbujas que de forma natural producía el propio vino. Nació así, el método Champenoisse. El vino se transformaba en efervescente gracias a la llegada del frío del otoño, que paraba la fermentación dejando levaduras dormidas y azúcar residual y que al año siguiente, con las botellas ya tapadas, refermentaban. Cabe destacar que el gran mérito de este maestro bodeguero de la abadía benedictina de Hautvillers, fue el combinar sabiamente los vinos elaborados con uvas de diferentes procedencias de la Champagne. Era un gran catador, pero de hecho, intentaba por todos los medios evitar las rebeldes burbujas.
El Champagne es uno de los vinos más evocativos y únicos. Bebidos en ocasiones especiales y logrando hacer especial cualquier ocación.
La viña Champagne actualmente alcanza las 34 000 hectáreas (3,4% de la superficie de los viñedos franceses).
La viticultura se concentra alrededor de Reims y Epernay, en el departamento de Marne, pero también llega a Somme, Seine-et-Marne, Haute-Marne y Aube.
Los viñedos son en su mayoría individuales “monoculteurs”, con cerca de 1 ½ hectárea en promedio cada una. Muchos de ellos venden gran parte de su cosechas a los comerciantes que compran uva y vino. Ejemplo de interacción casi total.
La cultura de la Champagne en cuanto a elaborar vinos espumosos viene dada sobre todo por el clima. Pero se ha de destacar un pequeño mercado del vino "tranquilo" designado con la denominación AOC Coteaux Champenois.
Viñedos y bodegas de Champagne se encuentran en una situación de complementariedad genrando continuidad a un patrimonio comun.
UBICACIÓN DE de la AOC Champagne
Demarcada en 1927, la AOC Champagne cubre aproximadamente 34 000 hectáreas.
Localizada en el centro norte de Francia, a unos 150 kilómetros al este de París se reparte en cinco departamentos diferentes: Marne (67% del total del viñedo), Aube (22%), Aisne, Haute-Marne y Seine-et-Marne.
El viñedo se extiende sobre 4 áreas principales: Montagne de Reims, el Valle del Marne, El Côte des Blancs y Côte des Bar. Muy fragmentada, la viña tiene alrededor de 276 000 parcelas cuyo promedio no supera los 13 acres.
17 aldeas han sido históricamente el nombre de "grand cru" y 44 aldeas de la denominación "premier cru".
Mapa CIV Champagne
EL CLIMA en la AOC Champagne
Los viñedos de Champagne, ubicada en el límite norte de la cultura de la vid ( llegando a los 49 ° 5 de latitud N ), tiene un clima de doble influencia.
La influencia continental es responsable de algunas heladas devastadoras en invierno, pero también disfruta de un sol de verano favorable.
La influencia oceánica, contrasta temperaturas y aporta humedad y precipitaciones regulares (700 mm por año, aprox.).
La temperatura media anual es de 11 ° C. El sol da un promedio de 1680 horas por año, o más. (2 100 horas en 1976 o 2003, por ejemplo).
El suelo y el Subsuelo
Los viñedos de Champagne, ubicada en el límite norte de la cultura de la vid ( llegando a los 49 ° 5 de latitud N ), tiene un clima de doble influencia.
La influencia continental es responsable de algunas heladas devastadoras en invierno, pero también disfruta de un sol de verano favorable.
La influencia oceánica, contrasta temperaturas y aporta humedad y precipitaciones regulares (700 mm por año, aprox.).
La temperatura media anual es de 11 ° C. El sol da un promedio de 1680 horas por año, o más. (2 100 horas en 1976 o 2003, por ejemplo).
El suelo y el Subsuelo
La composición del subsuelo es principalmente de piedra caliza y tiza.
La Côte des Blancs, Côte de Suzanne y los viñedos de Vitry-le-François se componen de tiza como la Montagne de Reims. El Valle del Marne (al oeste de Chatillon-sur-Marne) y pequeños pueblos alrededor de Reims son compuestos por margas y arcilla o arena. Por último, el Bar Costa (Bar-sur-Aube y Bar-sur-Seine) se compone principalmente de margas.
La Champagne de la tiza está compuesta de gránulos de esqueletos de calcita de organismos marinos y se caracteriza por la presencia de fósiles de belemnites (moluscos de la era Mesozoica). Su alta porosidad es un reservorio de agua (300 a 400 litros de m3) que da a la planta de un suministro adecuado de agua, incluso durante los veranos más secos.
Comparativamente, las calizas tienen una baja porosidad y las margas son arcillas calcáreas con grandes reservas de nutrientes.
Las VARIEDADES
La naturaleza del suelo ha guiado la selección de las variedades que se adaptan mejor. La ley de julio 22 de 1927 autoriza a las variedades siguientes: Pinot Meunier, Pinot Noir y Chardonnay. Otras variedades son: La Arbanne, Meslier, Pinot Blanc y Pinot Gris.
La pinot Noir representa el 39% de los viñedos. La Meunier un 33% de la zona y la Chardonnay ocupa el 28%.
La Côte des Blancs, Côte de Suzanne y los viñedos de Vitry-le-François se componen de tiza como la Montagne de Reims. El Valle del Marne (al oeste de Chatillon-sur-Marne) y pequeños pueblos alrededor de Reims son compuestos por margas y arcilla o arena. Por último, el Bar Costa (Bar-sur-Aube y Bar-sur-Seine) se compone principalmente de margas.
La Champagne de la tiza está compuesta de gránulos de esqueletos de calcita de organismos marinos y se caracteriza por la presencia de fósiles de belemnites (moluscos de la era Mesozoica). Su alta porosidad es un reservorio de agua (300 a 400 litros de m3) que da a la planta de un suministro adecuado de agua, incluso durante los veranos más secos.
Comparativamente, las calizas tienen una baja porosidad y las margas son arcillas calcáreas con grandes reservas de nutrientes.
Las VARIEDADES
La naturaleza del suelo ha guiado la selección de las variedades que se adaptan mejor. La ley de julio 22 de 1927 autoriza a las variedades siguientes: Pinot Meunier, Pinot Noir y Chardonnay. Otras variedades son: La Arbanne, Meslier, Pinot Blanc y Pinot Gris.
La pinot Noir representa el 39% de los viñedos. La Meunier un 33% de la zona y la Chardonnay ocupa el 28%.
Chardonnay (más arriba) y Pinot Noir (arriba)
Clasificación por licor de expedición:
Doux, más de 50 gr. / litro residual.
Demi-sec, entre 33 y 50 gr
Sec, entre 17 y 35 gr.
Extra dry, entre 12 y 20 gr.
Brut, menos de 15 gr.
Extra brut, entre 0 et 6 gr.
brut nature », « pas dosé » o « dosage zéro » menos de 3 gr.
La AOC divide además, las calidades de procedencia de sus uvas según la clasificación que tengan las viñas en cuestión, en una "Escala de Crus". Ésta es una escala en que se hace constar hasta el 100% del valor, según corresponda, de la uva de los viñedos clasificados. Los vinos que se obtienen de Ay, Cramant y Le Mesnil, por ejemplo, están clasificados al 100%.
